Acné: Limpieza de piel con tratamientos naturales.




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Después de encuadrar el problema del acné desde el punto de vista dérmico centrándonos en el análisis de sus causas y efectos, profundizaremos en el tema con la ayuda de la cosmetóloga Diana Malcangi, del Studio Coré, y le pediremos consejos y tratamientos naturales para cuidar la piel propensa al acné.


"Para las pieles grasas, con impurezas y acné, existen remedios tradicionales, sencillos y asequibles para todo el mundo, algunos de los cuales se pueden preparar en casa cómodamente y resultan muy eficaces en la lucha contra este molesto problema. Teniendo en cuenta que el acné es una enfermedad, éstos no están pensados ​​como un sustituto del tratamiento médico, sino como un valioso apoyo y complemento a cualquier cura.


LIMPIEZA DE LA PIEL

En primer lugar se necesita mantener la piel lo más limpia posible, ya que, además de limitar moderadamente la formación de puntos negros, mejora la eficacia de los tratamientos específicos (dermatológicos, fitoterapéuticos o cosméticos).


Limpieza diaria
:


Aunque la piel con acné tiende a ser grasa, hay que tener en cuenta que el uso de jabones o detergentes muy fuertes podría ser contraproducente: la excesiva acción desengrasante de los tensioactivos contenidos en los mismos, podría causar un efecto "rebote", por lo que la piel, para protegerse a sí misma, aumentaría la producción de sebo, empeorando así la situación. El excesivo desengrase también puede alterar la película hidro-lipídica haciendo que la piel sea más susceptible a la colonización bacteriana y más sensible a las sustancias potencialmente irritantes, especialmente si se utiliza un jabón que pueda alterar el pH de la piel.

La piel con acné debe limpiarse dos o tres veces al día con productos muy delicados, preferentemente de pH ligeramente ácido: Pocos saben que los productos para la higiene íntima son perfectos para éste cometido, ya que su pH se encuentra entre 3,5 y 4,5.

Enjuagarse la cara, mejor si se hace con agua tibia y al final con agua fría para tonificar la piel.

Para secarse aconsejo no usar toallas, primero porque pueden tener residuos potencialmente irritantes de detergente o suavizante, y en segundo lugar porque la humedad en el baño aumenta la posibilidad de la colonización microbiana en la propia toalla. Recomiendo usar sólo toallitas desechables de papel no tratado, todas las veces que haya que secarse la cara.

Como complemento de la limpieza, aplicar con un algodón agua de rosas pura o con agua de hamamelis, de propiedades refrescantes, astringentes y calmantes.

Después se puede proceder al tratamiento específico sea dermatológico o cosmético.



Exfoliación:
 

Una vez a la semana se recomienda realizar un tratamiento exfoliante facial suave para eliminar las células muertas favoreciendo la limpieza de los poros y mejorando la eficacia de los tratamientos posteriores. En mi opinión, el más adecuado para la piel con impurezas es el que se hace a base de harina de arroz, que tiene un efecto refrescante y la granulometría justa para crear una adecuada exfoliación y permite eliminar mejor las impurezas. Si lo combinamos con la harina de avena, además de calmar y refrescar la piel, conseguiremos que la exfoliación sea más suave y mejor tolerada.

Las dosis son: 1 cucharadita rasa de harina de arroz, a la que se le agrega 1 cucharadita colmada de harina de avena. Mezclar en un tazón pequeño con un poco de agua caliente (lo suficiente como para formar una crema espesa). Para ello se puede añadir 2-3 gotas de aceite esencial de árbol del té (Melaleuca alternifolia), por la acción antimicrobiana para que el peeling sea más purificador.

La mezcla se aplica en la cara masajeándose, insistiendo en las zonas en las que hay puntos negros. Después se deja reposar en la cara durante 5 minutos y luego se enjuaga bien con agua tibia y luego fría. Secar con toallas de papel desechables.

Prepara la mezcla siempre en pequeñas cantidades en el momento de ser usada. El compuesto no se conservará por tanto lo que te sobre será para tirar.



Vaporizacones:
 

Un método antiguo, pero muy eficaz consiste en hacer vahos: El vapor caliente tiene la capacidad de liberar los poros de la piel, suavizar el sebo acumulado en los puntos negros y facilitar la eliminación natural, además tiene un alto poder hidratante.

Hervir agua en una olla, se retira del fuego, y se expone la cara a los vapores durante al menos 10 minutos, con la cabeza cubierta por una toalla lo suficientemente grande como para crear una "cámara" de vapor de agua (asegurándose de que el vapor no esté demasiado caliente). Mejor aún si se agrega al agua, después de sacar del fuego, algunas hierbas secas de propiedades purificantes y descongestionantes, como una bolsita de manzanilla, un pequeño puñado de salvia y otro de romero: la presencia simultánea de estas hierbas mejora el efecto de limpieza del vapor.

Para la piel propensa al acné, las vaporizaciones deben llevarse a cabo dos veces por semana, una de las cuales mejor si se realiza después de la exfoliación descrita anteriormente.

Secar con toallas de papel desechables.



Mascarillas:

 

Otro método, conocido desde siempre, es el uso de la arcilla, con marcadas propiedades purificantes, anti-inflamatorias y descongestionantes, con la que se puede preparar fácilmente mascarillas.

Mejor realizarlas una o dos veces a la semana, preferiblemente, inmediatamente después de las vaporizaciones.

Las recetas son innumerables, en mi opinión, una de las más adecuadas para el acné se hace con 2 cucharaditas de arcilla verde + 1 cucharadita de harina de avena + 3 gotas de aceite esencial de árbol de té + 1 cucharadita de yogur desnatado (aumentar ligeramente hasta que se obtenga la consistencia de una crema).

Aplicar una capa generosa de mezcla en la cara, después de las vaporizaciones. Esperar durante diez minutos, sin dejar que se seque (para evitar un exceso de sequedad de la piel). Al final, se debe enjuagar delicadamente con abundante agua tibia, eliminando bien los residuos, siempre secando con toallas de papel desechables.

Se completa la limpieza de la cara pasando un algodón empapado en agua de rosas o agua de hamamelis.

Preparar pequeñas cantidades de la mascarilla para un solo uso, ya que no se conserva.


OTROS CONSEJOS:
 

No apretar las espinillas y los puntos negros, para evitar heridas y las consecuentes cicatrices. Es preferible realizar con mucha frecuencia las vaporizaciones, seguido de las mascarillas de arcilla.

Una solución exprés para la reabsorción de la espinilla enrojecida: una gota de aceite de árbol del té puro sobre el grano antes de ir a dormir.


Dieta:
 

Aunque no existe una correlación evidente entre la alimentación y el acné, siempre es aconsejable adoptar una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, pescado, yogur, para mantener los intestinos funcionando bien y favorecer la eliminación de toxinas. Evite el exceso de carbohidratos, carnes y quesos, y beber mucha agua e infusiones depurativas.


El Sol:
 

Si en un principio, la exposición al sol puede facilitar el secado de los granos y hacer que la piel se vea más uniforme (gracias al bronceado), a la larga, el sol puede ser un factor en el agravamiento del acné, ya que provoca el engrosamiento de las capas superficiales de la piel, con la consiguiente formación de comedones y acumulaciones de sebo. Por este motivo, a la vuelta de las vacaciones, podríamos sufrir un aumento del acné, debido al efecto " rebote ", por que la piel trata de liberar rápidamente tales acumulaciones, provocando la irritación de los poros para facilitar su salida. Es oportuno, por tanto, usar protectores solares con factor de protección alto a base de óxido de zinc y filtros minerales."

 

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