Las manchas oscuras de la piel se deben a un aumento la producción de melanina, estimulada por la exposición al sol en ciertas condiciones fisiológicas. Estas son las causas y las soluciones para una piel homogénea y sana.
El verano ha terminado y su maravilloso sol está en nuestra mente y en nuestra piel. El inicio de la temporada de otoño viene acompañado por los gratos recuerdos de las vacaciones, pero algunos de nosotros pueden haber traído consigo algún otro "recuerdo", no tan deseado... las manchas oscuras en la piel.
La exposición al sol nos hace más bellos y tiene un efecto beneficioso para el organismo, gracias a la importante función de estimular la síntesis de vitamina D. Sin embargo, el sol, si se toma por períodos prolongados o sin control, puede producir cambios en la pigmentación de la piel.
Las manchas se deben a una alta concentración de melanina en determinadas áreas de la piel. Pueden afectar a cualquier parte del cuerpo, aunque las más "incómodas" se encuentran en el rostro, en áreas como la frente, alrededor de la nariz o entre la nariz y los labios.
Alguien podrían preguntarse, ¿la melanina es mala para nuestra piel, visto que nos produce estas manchas?
Al contrario! La melanina es muy útil y muy importante ya que protege la piel de los efectos nocivos de la radiación ultravioleta: es una respuesta positiva del organismo capaz de neutralizar la producción de radicales libres provocados por los rayos UV.
La resistencia de la piel al sol depende de la latitud, de la intensidad del sol y de factores subjetivos y limitantes (Tipos de piel según el “fototipo”, ver éste articulo). Cuando la piel está al límite de su tolerancia a la radiación, interviene nuestra amiga melanina, producida por los melanocitos, para que nos proteja de las consecuencias perjudiciales del sol.
Sin embargo, si la exposición al sol es excesiva, o si hay factores hormonales (embarazo, píldoras anticonceptivas, etc.), estrés psico-físico prolongado, o si se usan medicamentos o cosméticos que contengan sustancias foto-sensibilizadoras, los melanocitos se "hiper-activan "en presencia de la radiación UV, proliferando rápidamente, aumentando la cantidad de melanina producida, esparciéndola por la piel, que puede acumularse en algunos puntos, dando lugar a la creación de las manchas.
¿Cómo solucionarlo?
En primer lugar, las manchas son causadas principalmente por los rayos UVA, por lo que es importante utilizar siempre una protección solar alta o que contenga filtros específicos para los rayos UVA, o mejor incluso, filtros físicos (como el dióxido de titanio), con efecto barrera. La protección se debe utilizar tanto en verano como en invierno, para "poner a descansar" los melanocitos.
Es bueno escoger una dieta rica en frutas y verduras con muchos colores: verde, amarillo, naranja, rojo, púrpura, es decir, los colores de los antioxidantes naturales, que protegen la piel y la hacen más resistente al sol.
En mi opinión se debe evitar peelings químicos y láser, que sí, aclaran las áreas tratadas, pero también pueden agredir excesivamente la piel, y ésta puede reaccionar manchándose aún más, sea como resultado de la inflamación causada por el tratamiento estético, sea porque, privada de sus propias defensas, es más sensible a los rayos del sol.
Aconsejo, en lugar de estos tratamientos, utilizar los cosméticos libres de perfumes y capaz de exfoliar suavemente la piel, al mismo tiempo que, gradualmente, la regeneran y la nutren.
Afortunadamente, tenemos un valioso aliado en la madre naturaleza.
La baba de caracol chileno, contenida en la línea de productos Elicina, es un ejemplo excelente.
El preciosísimo gel producido por el caracol Helix aspersa Müller contiene sustancias biodisponibles que actúan en nuestra piel en sincronía: el ácido glicólico, en un pequeño porcentaje tiene una ligera acción exfoliante que elimina las células muertas de la piel sin dañar las capas cutáneas. El colágeno y la elastina tienen un poder nutritivo y protector que, unido a la capacidad antioxidante de las vitaminas y calmante de la alantoína, contribuye a tener una piel más firme y saludable. Los mucopolisacáridos, finalmente, con su capacidad de "atrapar" el agua, permiten una hidratación continua, que favorece las funciones fisiológicas naturales de la epidermis.
La aplicación de Elicina, mañana y noche durante un mínimo de dos meses, nos da una piel regenerada y de color uniforme.
El otoño es el mejor momento para iniciar cualquier tipo de tratamiento regenerador. La renovación celular fisiológica tiene ahora un aliado indispensable: la línea de productos Elicina.
Dra. Diana Malcangi
Cosmetóloga Química